lunes, 2 de julio de 2007

Repara mi casa

Un estracto de la vida de San Francisco de Asis:

"Un día que Francisco salió a meditar al campo, pasó por la Iglesia de San Damián, que el tiempo había deteriorado. Movido por el Espíritu, entró a orar. De rodillas ante una imagen del Crucificado, fue inundado de gran fervor y consuelo mientras oraba. Mientras que sus ojos llenos de lágrimas contemplaban la Cruz del Señor, escuchó corporalmente una voz que procedía de la Cruz que le decía tres veces: "Francisco, vete y repara mi casa que como ves, está amenazando ruina." Temblando de asombro, Francisco quedó pasmado por esta voz formidable, pues se encontraba solo en la iglesia y al llegarle la fuerza de las palabras divinas quedó absorto en éxtasis. Habiendo recobrado sus sentidos, se dispuso con todo el corazón a obedecer el mandato recibido. Puso manos a la obra de reparar la Iglesia de San Damián materialmente, pero las palabras más bien se referían a esa Iglesia que Cristo compró con su propia sangre, según se lo dió a entender el Espíritu Santo cuando más tarde comunicó a los frailes lo sucedido". (Adaptado de la Vida de San Francisco por San Buenaventura)

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