sábado, 12 de enero de 2008

Apuntes sobre Jesús y sus tiempos


Guido Adolfo Rojas Zamorano
"Verdades de la Fe Católica II"



Jesús nació en el año 749 del imperio romano, Augusto César reinaba desde hacia 31 años; y para resaltar su grandeza y poderío hizo cerrar en señal de paz universal el templo del dios Jano, uno de los más importantes de la capital romana. Este acontecimiento había sido profetizado por Daniel, diciendo que "Dios ha dado a un imperio la fuerza y la gloria gozando de una paz universal, luego aparecerá, por fin, otro reino que suscitará Dios y durará para siempre". El profeta Isaías identificó al Hijo del Altísimo como el "Príncipe de la paz" (9,6).

Escritores y pensadores paganos habían proclamado el advenimiento de un Hombre Salvador, así por ejemplo:

Confucio (500 a.C.), mencionó en la China a un "Santo" que era "un rey al que hemos de reconocer para poder salvarnos".
Sócrates (399 a.C.), filósofo griego, habló de un "Sabio universal".
Tácito (116 d.C.), y Suetonio (120 d.C.); escritores romanos, afirmaban que "era universal la creencia en antiguas profecías de que de Oriente vendría el Rey del mundo".

A las sibilas (adivinas que predecían el futuro en Roma) se les atribuye:

El nacimiento de Cristo
El eclipse solar cuando murió en la cruz
La resurrección de los muertos
El día del juicio final

En el siglo XIII, San Buenaventura relataba en un sermón de Navidad, que en el día del nacimiento del Mesías pasaron cosas asombrosas:

Una estrella brillante apareció en el cielo, por el lado de Oriente, en ella se veía la figura de un hermoso niño en cuya cabeza relucía una cruz.
En Roma, al medio día apareció sobre el capitolio, junto al sol, un círculo dorado, teniendo en el centro una bellísima mujer, portando un niño. Viendo esta señal el emperador Augusto ofreció incienso y se negó desde entonces a ser llamado dios.

La gruta donde nació el Salvador era conocida por los primeros cristianos, el emperador Adriano (117-138) ordenó levantar una estatua del dios Adonis para borrar el recuerdo de este acontecimiento. La emperatriz Santa Elena en el año 330 la transformó en un magnifico santuario conocido como la "Basílica de la Natividad". En el 529, judíos samaritanos la quemaron, por lo que el emperador Justiniano (527-565) la reedificó, quedando así hasta hoy. Hoy en día está en poder de los ortodoxos griegos, que la comparten con los padres franciscanos y la comunidad cristiana Armenia.

En el interior de la Basílica de la Natividad se ve una estrella de plata dorada con 14 rayos que representan las estaciones del Vía Crucis. Ahí mismo se lee la siguiente inscripción: "Aquí de la Virgen María, nació Jesucristo". Al lado de este recinto se encuentra el lugar que ocupó el pesebre donde María reclinó al pequeño Niño sobre la paja, y donde fue adorado por los pastores. Este es el lugar donde los católicos celebran la eucaristía.

Sobre el año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo se tiene por seguro que fue 6 o 7 años antes de la era actual. El error se debió a los cálculos hechos por el clérigo romano Dionisio el "exiguo" en el siglo IV.

La palabra Navidad viene del latín "Nativitas", o sea "nacimiento del Señor". Mientras que los católicos romanos la celebramos el 25 de diciembre, los ortodoxos lo hacen el 6 de enero y los armenios el 18 del mismo mes.

El 25 de diciembre se celebraba la fiesta de Mitra, el dios solar, en esta época los romanos gozaban de paz y la gente se repartía regalos, este acontecimiento se extendía hasta el día de año nuevo. La Iglesia Católica en el siglo IV bajo el reinado de Constantino cristianizó esta fiesta, teniendo en cuenta que Jesús era "la luz verdadera que alumbra a toda la humanidad" (Juan 1,9), también llamado la "luz de las naciones" (Isaías 42,6).

Existe tres cosas en común entre Cristo y el dios persa Mitra:

Ambos nacerían en una cueva
Serían visitados por pastores
Morirían para salvar la humanidad

En los tiempos del Mesías hubo cuatro gobernantes que llevaron el nombre de Herodes:

Herodes el "grande", rey de Israel; que mandó a matar a los niños inocentes en Belén
Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y de Perea (hijo del anterior); mandó a decapitar a Juan Bautista
Herodes Agripa I (Nieto de Herodes el Grande), fue quien ajustició al apóstol Santiago y encarceló a Pedro
Herodes Agripa II, delante de quien compadeció Pablo cuando estuvo visitando a Festa en Cesárea

Los magos en la antigüedad cumplían varias funciones: eran astrólogos, médicos, sacerdotes y consejeros de los reyes. Según la tradición los tres Reyes Magos eran hermanos:

Melkor, rey de Persia
Baltasar, rey de la India
Gaspar, rey de Arabia

Después de la resurrección del Señor, el apóstol Tomás los encontró en Saba (India), donde fueron bautizados y consagrados obispos, labor que cumplieron hasta su martirio en el año 70 d. C.; siendo enterrados junto en un mismo sarcófago. Sus reliquias fueron llevadas primero a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico Barbaroja, en el siglo XII, las trasladó a la catedral de Colonia (Alemania), donde hoy reposan sus cenizas con las coronas que llevaron durante su existencia.

La Iglesia Católica recuerda los cinco grandes dolores de San José:

Ver nacer al Divino niño en un pobre pesebre
La huida a Egipto ante la amenaza de muerte del rey Herodes
La presentación de Jesús en el templo, cuando el profeta Simeón anunció que sería causa de división entre los hombres
La pérdida de Jesús en el templo, y su búsqueda durante tres días
La separación de Jesús y María al llegarle la hora de la muerte

Los cuatro momentos importantes en la vida del Hijo de Dios en el mundo son:

Su nacimiento por medio de la Virgen María
Su muerte en la cruz
Su triunfal resurrección
El regreso al cielo a la presencia del Padre Eterno

Ciudades bíblicas de Israel:

Belén (Casa de Pan), fue la aldea donde nació el rey David, José y Jesús
Nazareth (Flor de Galilea), donde el Mesías vivió su vida privada por 30 años, lugar de origen de la Virgen María
Caná de Galilea, donde el Divino Maestro realizó su primer milagro al transformar el agua en vino. Lugar de nacimiento del apóstol Natanael
Cafarnaún (Bella Ciudad), la segunda patria del Señor, donde más milagros realizó, y donde predicó con mayor elocuencia. Aquí se encontraba también la casa del apóstol Pedro
Tiberíades situada junto al mar, fundada por Herodes Antipas, tetrarca de Galilea; quien le dio este nombre en honor del emperador Tiberio César
Sebaste en la antigua Samaria, en esta ciudad según la tradición Herodes mandó a decapitar a Juan Bautista
Betania (Casa de la Pobreza), lugar de descanso de Cristo en el hogar de sus amigos los hermanos Lázaro, Marta y María Magdalena
Betsaida (Casa de los Pescadores), cerca del río Jordán; cuna de los apóstoles Andrés, Pedro y Felipe
Jerusalén (Ciudad de la Paz), la capital de Israel; aquí fue donde el Verbo de Dios murió y resucitó
Emmaús el sitio donde el Salvador resucitado efectuó la "fracción del pan" delante de sus discípulos Cleofás y Simón

En Nazareth se encuentra:

La casa de la Santísima Virgen o Basílica de la Anunciación, era una gruta clavada en una colina que señala el lugar donde la Madre del Redentor recibió el anuncio del ángel San Gabriel
La casa de San José, que sirvió de morada a la sagrada Familia, y donde Jesús pasó treinta años de su vida privada

En tiempos de Cristo vivían en Palestina un millón de judíos, la población de Jerusalén era de unos 25 o 30,000 habitantes; para la pascua podían llegar más de 180,000 peregrinos. Otros hebreos vivían en diferentes ciudades de Asia Menor conocidas como diásporas.

Las mujeres israelitas se casaban a partir de los 12 años, y los hombres después de los 14 años.

La sangre judía sólo se hereda por la madre.

Las mujeres no participaban de la vida pública, cuando salían a la calle debían cubrirse el rostro, algunas incluso no se descubrían ni siquiera en la casa. Sin embargo, el Señor trató a la mujer en un plano de igualdad, entre sus discípulos se encontraban muchas de ellas incluyendo a su madre María.

Las sinagogas eran lugares de culto, escuelas bíblicas, hospederías y centro de difusión y propagación del judaísmo entre los paganos. Los niños asistían desde los seis años, a partir de los doce era considerado como mayor de edad, y por lo tanto responsable del cumplimiento de la ley mosaica, y además apto para leer los rollos sagrados. Para las niñas no había una ceremonia especial.

Los judíos de familias importantes mandaban a sus hijos entre los 16 o 18 años, a estudiar con algún rabino o sabio famoso, como lo hizo Saulo de Tarso (más tarde el apóstol Pablo), con Gamaliel.

A Jesús lo llamaban como rabí (maestro), por sus grandes conocimientos en la Escritura Hebrea.

Uno de los títulos que más utilizaba el Ungido de Dios para referirse así mismo, era el de "Hijo del hombre", reconociendo su misión mesiánica.

Juan Bautista era hijo de Zacarías y de Isabel ambos de estirpe sacerdotal. El nombre de Juan quiere decir "Dios es propicio"; es considerado como el último de los grandes profetas de Israel y precursor del Mesías, es llamado como "la voz del desierto". Fue decapitado por Herodes Antipas en la fortaleza de Maqueronte, a orillas del mar muerto. Aquí se construyó una iglesia sobre su sepulcro. Según la tradición la cabeza del santo profeta fue llevada después a la iglesia de San Silvestre de Roma. La tumba de este santo profeta se encuentra en la actualidad dentro de la mezquita de Damasco en Siria.

En 1999 se descubrió a orillas del río Jordán una cueva bajo las ruinas de una iglesia bizantina del siglo IV, los arqueólogos la identificaron como el sitio donde vivía Juan el Bautista. Las ruinas de otras tres iglesias fueron halladas cerca de esta gruta, demostrando el carácter sagrado del lugar.

En nuestros días existen en algunas comarcas del Oriente los llamados cristianos de San Juan Bautista. El origen de esta secta parece remontarse a ciertos discípulos del mismo que se adhirieron a los herejes de los primeros siglos.

Las tres tentaciones que Cristo Jesús resistió al Demonio en el desierto son:

Convertir las piedras en pan
Tirarse de lo alto del templo de Jerusalén, para que los ángeles del cielo lo salvaran
Que se arrodillara para adorarlo

Los discípulos del Señor estaban conformados por pescadores, viudas, huérfanos, gente pobre, enfermos y lisiados, ex-prostitutas como María Magdalena, y extranjeros entre romanos y griegos.

Los leprosos eran considerados como "impuros", tenían que vivir afuera de las ciudades, y cuando entraban en ellas para pedir limosna lo hacían cubriéndose la cara con un velo, y anunciar su paso al sonar de una campanilla.

El título de apóstol quiere decir "enviado", eran doce por las doce tribus de Israel, ellos fueron:

Andrés y Pedro: hermanos y pescadores del mar de Galilea
Santiago el "Mayor" y Juan el "Discípulo amado": hijos de Zebedeo y Salomé, eran pescadores y amigos de los dos primeros. Por sus temperamentos Jesús les dio el título de "Hijos del trueno"
Santiago el "Menor" y Judas Tadeo: hermanos y primos del Señor
Felipe y Bartolomé (Natanael): amigos
Mateo el "publicano": cobrador de impuestos
Simón el "ex Celote" (guerrillero)
Tomás el "gemelo"
Judas Iscariote el "traidor"

Nuestro Señor les dio varias misiones y poderes:

Predicar el evangelio (la buena nueva)
Perdonar los pecados
Bautizar
Celebrar la eucaristía
Hacer milagros en su Nombre
Expulsar demonios
Hablar varios idiomas (lenguas)
Resucitar a los muertos

Según la tradición cristiana el final de los apóstoles y algunos discípulos, fue el siguiente:

Pedro: crucificado en Roma por el emperador Nerón hacia el año 64 o 67. Sus restos se encuentran en el Vaticano.
Pablo: decapitado en Roma por el emperador Nerón, y por la misma época del príncipe de los apóstoles. Sus reliquias están en las iglesias de San Pablo extramuros y San Juan de Letrán.
Santiago el "Mayor": evangelizó España, fue decapitado en Jerusalén en el año 42, fue el primer apóstol en dar su vida por el Divino Maestro. Su cuerpo fue trasladado a la región de Galicia (España). Hoy se encuentra en la iglesia de Santiago de Compostela.
Juan: después de la resurrección está casi constantemente junto a Pedro, bajo el emperador Domiciano fue echado a una caldera de aceite hirviente de la que salió ileso, fue desterrado a la isla de Patmos, y murió de anciano en la ciudad de Efeso.
Santiago el "Menor": Obispo de la Ciudad de la Paz después del martirio de Santiago el "Mayor". Fue arrojado del pináculo del templo y luego apedreado en el año 61 o 62, por el sumo sacerdote Anás II.
Andrés: predicó el evangelio en Asia Menor, murió crucificado en forma de X en Patras de Acaya. Sus reliquias fueron trasladas a Constantinopla y después a Amalfi. Su cabeza llevada a Roma en 1462, fue restituida a Grecia por el papa Pablo VI.
Bartolomé: evangelizó en Arabia y la India, después se dirigió a Armenia donde suscitó fuertes envidias de los sacerdotes paganos, el hermano del rey Polimio, de nombre Astiage, dio la orden de despellejarlo y luego decapitarlo.
Felipe: murió crucificado en Hierápolis bajo el reinado de Domiciano o de Trajano a la edad de 87 años. Se dice que sus reliquias fueron llevadas a Roma y colocadas junto a las de Santiago el "Menor" en la iglesia de los Santos Apóstoles.
Matías: hizo apostolado en Etiopía, según se cree fue decapitado.
Judas Tadeo: predicó en Judea, Samaria, Siria, Arabia, Mesopotamia y en la lejana Libia. Murió en Beirut, aunque otros relatos afirman que él y San Simón sufrieron el martirio en Suanis (Persia).
Tomás: su labor apostólica la realizó en la India donde fue martirizado.
Mateo: predicó entre los judíos y después en otros pueblos, una antigua tradición menciona que como jefe misionero no murió mártir; en cambio, otra fuente menos segura, afirma que fue lapidado, quemado y decapitado en Etiopía; de donde sus restos fueron llevados a Paestum, en el Golfo Salernitavo, y en el siglo X a Salerno donde se encuentra hasta nuestros días.
Simón: se cree que con el apóstol Judas Tadeo recorrieron las provincias del imperio persa. Otra fuente atestigua que fue a Egipto, Libia y Manitania; padeció el martirio durante el imperio de Trajano, en el año 107, a la edad de 120 años.
Bernabé: evangelizó al lado de Pablo en Antioquía, Chipre, Italia. Murió en Chipre, pero también escritos apócrifos hablan de su martirio por lapidación a manos de los judíos hacia el año 70 en la diáspora de Salamina.
Marcos (o Juan Marcos): era primo o sobrino de Bernabé, compañero de Pedro en sus viajes misioneros en Oriente y en Roma, donde escribió su evangelio. Probablemente murió en el año 68 de muerte natural, y según otra crónica, como mártir en Alejandría (Egipto), atado con una cuerda en el cuello, luego arrojaron su cuerpo a las llamas. Sus reliquias se encuentran al parecer en la Basílica de Venecia (Italia).
Lucas: acompañó a Pablo desde su segundo viaje apostólico, falleció a la edad de 84 años en Beocia.
Timoteo: fue puesto al frente de la iglesia de Efeso, donde permaneció hasta su martirio a causa de un motín popular en el año 97.
Tito: Obispo de Creta, evangelizó en Dalmacia; murió en Creta en edad avanzada.
Simón: remplazó a su hermano Santiago el "Menor" como obispo de la Ciudad Santa por más de cuatro décadas, hasta que sufrió el martirio durante las persecuciones de Trajano; tenía más de cien años.
Judas Iscariote: se ahorcó a las afueras de Jerusalén, "cayendo de cabeza , se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron" en un terreno que fue conocido como Acéldama, que quiere decir "campo de sangre".

Los lugares donde el Unigénito de Dios dio a conocer la Buena Nueva fueron:

Las sinagogas
El Templo de Jerusalén
Aldeas y campos
En las casas
A orillas del mar subido en una barca

En año 2000 se encontró cerca del mar de Galilea, los restos de una embarcación judía de los tiempos de Cristo, algunos creen que es la misma barca de Pedro donde el Primogénito de Dios predicó el evangelio.

Para Orígenes la expulsión de los mercaderes del templo, fue uno de los hechos más importantes en la vida de Cristo.

Santa Fotina, es considerada como la mujer samaritana a la que Nuestro Señor le pidió de beber agua. Según diversos relatos se retiró a Cartago con uno de sus hijos; allí predicó el evangelio y murió en prisión en tiempos del emperador Nerón.

María Magdalena, la discípula fiel del Maestro, y primer testigo de su resurrección; según una tradición griega fue a vivir a Efeso, en donde probablemente murió.

Lázaro hermano de Marta y de la anterior, según una antigua tradición oriental fue obispo y mártir de Chipre en el reinado de Nerón. Sus reliquias fueron trasladadas en el año 900 por el emperador León VI, de Chipre a Constantinopla juntos con las de su hermana María Magdalena, que habían sido encontrada en Efeso. Desde el siglo IV, los cristianos de Jerusalén, iban en procesión a su tumba en Betania de Judea, el sábado antes del domingo de ramos.

En el monte de los Olivos se encuentra la capilla del "Pater Nostre", donde el Hijo de Dios enseñó a sus discípulos esta bella oración, que se encuentra escrita en sus paredes en 35 idiomas.

La entrada triunfal del Salvador a la Ciudad Santa montado en un burro, fue de la misma forma como lo hacían los antiguos reyes de Israel (Zacarías 9,9).

Según la tradición la casa del Cenáculo pertenecía a la familia de San Marcos, aquí sucedieron hechos sobresalientes:

La celebración de la última cena el jueves santo
El Señor resucitado se aparece a los apóstoles
La venida del Espíritu Santo en la fiesta del Pentecostés
Pedro liberado de prisión por un ángel, se encuentra con los discípulos que oraban por él

San Epifanio, narraba que el Cenáculo fue preservado de la destrucción de Jerusalén en el año 70 de nuestra era, por los ejércitos romanos.

Los médicos han explicado que el "sudor de sangre" de Jesús en el huerto del Getsemaní, se debe a ciertos casos de tensión mental extrema.

A las afueras de la Ciudad Santa se localiza el valle de la Gehenna, aquí se encuentran unas cuevas, una de ellas se llama la del "refugio de los apóstoles"; porque según la tradición, ocho de ellos se escondieron en aquel lugar después del arresto del Señor.

En el valle de Kidrón hay una serie de cámaras funerarias excavadas en la roca, según una tradición del siglo VI, en una de ellas permaneció Santiago el "Menor" desde que Jesús es hecho prisionero hasta su resurrección. Al lado, se encuentra la tumba de Zacarías, padre de Juan Bautista.

Descendiendo del monte Sión, está la "gruta del arrepentimiento" en la iglesia de San Pedro en Gallicante (del canto del gallo). Según la tradición, en esta cueva fue donde el apóstol habiendo salido del palacio de Caifás, lloró amargamente.

En noviembre de 1990, se encontró en el "bosque de la paz" a la salida de Jerusalén, una tumba de piedra caliza que parece contener los restos de José Caifás, sumo sacerdote que entregó a Jesús a Poncio Pilatos.

En el Talmud (libro histórico y religiosos judío, escrito a finales del siglo I de nuestra era), se narra que el gran consejo de ancianos del sanedrín, lanzó contra Cristo la gran ex comunión que equivalía a la pena de muerte contra el culpable y contra los que le dieran asilo. La sentencia era pública al sonido de las trompetas, por los sacerdotes que precedían las asambleas de las cuatrocientas sinagogas de la Ciudad Santa. Por esta razón, Jesucristo, fue declarado excluido solemnemente de la sinagoga, y proclamado como mago y seductor del pueblo de Dios. Las acusaciones que se hicieron contra el Divino Maestro fueron:

Perdonar los pecados en su Nombre
Recibir poder de Satanás
Hacer milagros el día sagrado (Sábado)
Creerse superior al templo de Jerusalén
Hacerse llamar Hijo de Dios
Hacerse llamar rey de los judíos

El juicio contra el Hijo del hombre, a la luz de los códigos judíos y romanos, presentó las siguientes anomalías:

Arresto con soborno y conspiración
Pruebas insuficientes
Falsos testigos
Ausencia de citación y acusaciones formales
Juicio adelantado en horas impropias y en día prohibido por la ley judía
Carencia de abogado defensor
Doble juicio por el mismo delito
Doble castigo por la misma falta

Antiguos relatos afirman que en el año 36, Pilatos fue llamado desde Roma por el emperador Tiberio, y según el teólogo e historiador de la Iglesia Eusebio de Cesárea, acabó suicidándose al ahogarse en un lago. Algunas leyendas afirman por el contrario, que se convirtió al cristianismo y murió mártir. La Iglesia Copta lo venera así y celebra su fiesta religiosa el 25 de junio.

La crucifixión era el peor castigo de la ley romana reservado solo para los esclavos, los rebeldes y los prisioneros de guerra de otras naciones.

La vía dolorosa que recorrió Jesús al Gólgota, era un camino de piedra en forma ascendente de unos tres kilómetros. En el trayecto se encuentra con varios personajes:

María su Madre, y el apóstol Juan
La Verónica que le limpió el rostro
Un grupo de mujeres que las llamó "hijas de Jerusalén"
Simón el Cirineo, que le ayudó a cargar la cruz

Sobre la mujer que le secó la cara al Señor, la tradición la nombra como Sefarina. El título de Verónica sería una alusión al sagrado rostro, en griego la palabra Vera Icon quiere decir "verdadera imagen". Cuando Saulo persiguió a la Iglesia naciente, esta santa mujer dejó Palestina, llevándose consigo la preciada reliquia.

Sobre el hombre que le ayudó a Cristo Jesús a llevar el madero al Calvario, se sabe que era de Cirene, en África. Se convirtió en un discípulo fervoroso, mientras que sus dos hijos: Alejandro y Rufo, fueron apóstoles de la verdadera fe.

Con respecto a la leyenda del "judío errante", existen dos versiones; una occidental y otra oriental, considerándose más antigua la primera de ellas:

La leyenda occidental asegura que se llamaba Ashaverus, que era zapatero y que tenía una pequeña tienda a la entrada de Jerusalén, cerca del sitio por donde el Mesías pasó con la cruz a cuestas, Habiendo solicitado Jesús al judío que le dejara descansar un momento, éste se negó y encolerizado lo golpeó con una herramienta al tiempo que le decía "anda". Por este acto Ashaverus recibió la condena del Hijo de Dios, quien le dijo: "Yo luego descansaré, pero tú andarás sin cesar hasta que vuelva". Desde entonces aquel judío comenzó a recorrer la Tierra, y sus cansados pies jamás pudieron detenerse porque cada vez que quería hacerlo las palabras de Cristo eran la fuerza que lo impulsaban a continuar.

La leyenda oriental afirma que el nombre del judío era Cortafilo, y que oficiaba como portero de Poncio Pilatos. Cuando sacaron al Mesías de la presencia del gobernador romano, le dio una puñalada por la espalda, diciéndole "anda". Jesucristo le respondió: "El Hijo del hombre se va, pero tú esperarás a que vuelva". Después de esto Cortafilo se convirtió al cristianismo recibiendo el bautizo de manos de Ananías, quien le dio el nombre de José; pero continuando su peregrinación en este Mundo. Dicen que el judío errante no lleva más que cinco monedas de cobre. Hay quienes afirman que lo han visto en varios lugares e incluso un autor de la Edad Media, logró establecer que cada cien años sufre una terrible enfermedad que se recupera, pues no puede morir sino hasta el fin de los tiempos.

Preguntando una vez San Bernardo al Señor en la oración, cuál había sido el mayor dolor que había sufrido en el curso de su Pasión; Este respondió: "Yo tuve una llaga en la espalda de tres dedos de profundidad que me hizo la cruz llevándola sobre mis hombros; ésta ha sido la de mayor dolor y pena que todas las otras".

Las siete palabras del Mesías en la cruz fueron:

"Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" (Lucas 23,34)
"Hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23,43)
"He ahí a tu Hijo". "He ahí a tu Madre" (Juan 19,26-27)
"Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" (Marcos 15,34; Mateo 27,46)
"Tengo sed" (Juan 19,28)
"Todo está cumplido" (Juan 19,30)
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23,46)

En los tiempos del Mesías algunos crucificados tardaban días enteros en morir, otros en cambio eran rematados de tres maneras:

Les atravesaban el corazón con una lanza, como hicieron con el Señor
Les partían las piernas para que fallecieran por asfixia, como hicieron con los dos ladrones
Los golpeaban con un mazo en el pecho, para provocar un paro cardiaco

Sobre el eclipse solar que se produjo el viernes santo (Lucas 23, 44-45), fue predicho por el profeta Amos (8,9); y testificado por los historiadores profanos como Thallus Liberto, en el reinado del emperador Tiberio; quien dice que en ese tiempo "Una horrible oscuridad cubrió el universo entero". Flegón, liberto por el emperador Adriano, escribió cien años después "que hubo en esa época un eclipse de sol tan completo, como nadie lo vio semejante".

Después de morir el Redentor del mundo, se produjo un temblor de tierra, que partió transversalmente la roca del calvario, como se ve hoy en día.

En Jerusalén hay dos lugares que se discuten podría ser el sitio donde estuvo la tumba de Cristo Jesús:

La basílica del Santo Sepulcro o de la Resurrección: Ha sido venerada durante dieciséis siglos como el lugar más sagrado del cristianismo. Fue construida por el emperador Constantino; hoy en día su custodia está en poder de las iglesias católica, ortodoxa griega y armenia.
El jardín de la tumba: se encuentra afuera de las murallas de la Ciudad Santa, es un sepulcro tallado en piedra, fue descubierto en 1867. Data del período de la ocupación romana, y se piensa que pertenecía a José de Arimatea. Hay además una colina cercana en forma de cráneo humano, que hace recordar al Calvario o Gólgota (calavera). Este sitio es reconocido por muchas iglesias protestantes como el lugar bíblico de la crucifixión.

De manera errónea otras religiones han querido identificar el lugar donde está el cuerpo del Hijo de Dios, así por ejemplo:

Para los seguidores de la secta evangélica islámica "Adhmadayya", Cristo sobrevivió a la cruz, y murió de viejo a los 120 años; su tumba se localiza en Srinagar, la capital del estado de Cachemira, al norte de la India; donde el Mesías fue en busca de las diez tribus perdidas de Israel.
En 1935, el sacerdote sintoísta Koma Takeuchi, anunció según un documento hebreo perteneciente a su familia, que había descubierto el sepulcro de Jesucristo en una colina de Salingo, pueblo septentrional del Japón.

Las dos pruebas bíblicas de la resurrección del Hijo de Dios, son:

La tumba vacía que encontró María Magdalena el día domingo
Las diversas apariciones a los apóstoles y discípulos

San Esteban, el diácono (servidor), que fue el primer mártir del cristianismo, al ser lapidado en presencia de Saulo a las afueras de la Ciudad de Dios por orden del sanedrín, por el delito de blasfemia (Mentira religiosa). En el siglo V el sacerdote Luciano escribió a cerca del descubrimiento de las reliquias del santo, las que hoy se cree, reposan en la iglesia de San Lorenzo en Roma.

En el libro del Apocalipsis (5,5), se nombra a Jesús con el título simbólico de "el León de la tribu de Judá".

Nota:Este pequeño curso sobre las verdades fundamentales que comprende la Fe Católica está basado en los libros "Verdades de la fe Católica I y II", escritos por Guido Rojas, licenciado en Ciencias Religiosas por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.

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